Tú has cambiado, tío
Un viejo cuento popular vasco llamado Patxi y el Lobo cuenta la historia de un pastor bromista que gustaba de alertar a los demás pastores del valle de la llegada del lobo hasta que éste vino de verdad y Patxi tuvo que echarle a pedradas. Yo tengo miedo de que me pase como a Patxi, que de tanto decir que vuelvo a la blogosfera para después, por hache o por be, no hacerlo, no vayan ustedes a creerme cuando se lo diga de verdad. De todas formas voy a arriesgarme y voy a anunciar mi regreso por enésima vez.
Hablo de regreso, aunque no sé si ése es el mejor término para definirlo porque como habrán podido comprobar el Encantador Weblog ha desaparecido y también lo ha hecho Gork@ Limotxo, que se está haciendo mayor y ha cambiado la arroba por una simple vocal. El Encantador Weblog no ha muerto, se ha quedado dormido. Este blogger llevaba unos meses deseando hacer algo diferente y cuando jodió sin querer el Encantador Weblog intentando actualizarlo vio la luz y llegó a la conclusión de que si quería hacer algo diferente lo mejor era olvidarse de lo anterior y empezar algo nuevo de cero.
La base de datos del Encantador Weblog está a salvo, así que todo lo que ustedes y yo dijimos en aquel blog podrá algún día ser utilizado en nuestra contra, puede que incluso en un futuro me anime a rescatarlo como pieza de museo o que lo venda en Sotheby’s cuando me haga famoso. Mientras tanto le daremos la oportunidad a este nuevo blog para que intente llegar, por lo menos, a donde llegó su hermano mayor (que, seamos sinceros, tampoco fue muy lejos).
Aunque el autor de este nuevo blog haya cambiado de nombre se trata, al fin y al cabo, de la misma persona, por lo que es más que probable que este blog tenga mucho en común con el Encantador (de hecho los esqueletos no me han abandonado). De todas formas mi idea es que este nuevo diario vaya evolucionando de forma diferente a como lo hubiera hecho el Encantador Weblog. El tiempo me dirá si lo consigo o no. Por ahora, y para empezar con buen pie, voy a comprometerme a postear, Telefónica mediante, a diario, aunque sea únicamente para recomendar un enlace o para contarles qué he cenado.
Y dejo ya de hablar de mí y de mi blog, no quiero pasarme de blogger el primer día.
Escuchando: Javier Krahe - La perversa Leonor