De entre las toneladas de spam que mi buzón electrónico recibe a diario, un par de mensajes llamaron mi atención por su asunto, ya que en él se resumían, casualmente, mis ideas existenciales:
¡Dios bendiga a Gorka y a las Américas Libres! ¿Se puede expresar tanto en tan pocas palabras? Yo pensaba que no, y ansioso por encontrar las respuestas que desde niño me han atormentado (quiénes somos, de dónde venimos, quién es el tercer rey mago,…), abrí el mensaje y me encontré con esto:
Me ofrecían la oportunidad de tener una tarjeta platino. No eran las respuestas que buscaba, pero tampoco estaba tan mal. Un amigo y asiduo visitante de este weblog acaba de conseguir una VISA Oro mediante chanchullos que no vienen al caso. Pero el pobre de él, en su ignorancia, no sabe que la VISA Oro no se la ofrecen más que a los mindundis, que son de Platino las tarjetas reservadas a los Elegidos. ¡Dios Me bendiga!