El Gobierno cree que los jóvenes de este país somos imbéciles. Y en parte no les falta razón, porque entre la juventud española la imbecilidad abunda más de lo que sería deseable, pero lanzar una campaña para que los mozos y las mozas participen en el teatro de la Constitución Europea regalando una bebida energética (Referéndum Plus… a ver quién se bebe eso) es tenernos en muy baja estima. Ya lo dicen las estadísticas, la chavalada española quiere droga para soportar los largos fines de semana, no sucedáneos de Red Bull. Eso sí, los carteles de la campaña me encantan. Aunque pegan más en un post del Encantador Weblog que en una campaña institucional.
De todas formas, como no sólo se copian las buenas ideas, Ibarretxe ha querido hacer algo parecido, ha llamado al Gabinete de Crisis Gastronómicas (Subijana, Arzak y Berasategi) y les ha encargado que preparen algo con lo que poder convencer a los jóvenes vascos para que voten su Plan.
Y pasando a temas más personales, el Encantador Weblog cumple hoy año y medio de existencia. Sé que en estas ocasiones siempre digo lo mismo, pero es porque lo digo de verdad: muchas gracias a todos los que visitan este blog y aguantan en él más de quince segundos. Quiero dar las gracias especialmente a los que se molestan en dejarme sus opiniones (buenas o malas) en los comentarios o en mi buzón electrónico. Si no fuera por ustedes hace tiempo que me habría cansado de ser un blogger. Espero poder seguir dándoles motivos para visitar el Encantador Weblog durante mucho tiempo. Y para celebrarlo a partir de ahora los enlaces externos de los posts (por ahora sólo los posts nuevos) se abrirán en otra ventana, que hay algunos que lo llevan pidiendo mucho tiempo y ya era hora de hacerles caso.
Escuchando: Boris Vian - J’suis snob
ACTUALIZACIÓN: Acabo de ver el spot de Referéndum Plus (descargable desde su web y supongo que en breve en todas las televisiones). Se atreven a afirmar que la nueva bebida energética “está mejor que el kalimotxo“. ¿Dónde está ahora el señor Del Burgo? Esto sí que es una blasfemia y no lo de Javier Krahe.