La alegre concejala de Asuntos Sociales de Madrid, doña Ana Botella, va a trasladar su concejalía al barrio de Salamanca, el barrio más pijo de la capital, y por lo tanto el que menos necesita los servicios sociales que la concejala pueda prestar.
Y la razón para semejante traslado, que costará 15 millones de euros, es que la concejalía estará bien comunicada con el metro y los ciudadanos podrán llegar fácilmente a pedirle limosnas a doña Ana. Porque claro, no creo que lo de la cercanía al metro le afecte mucho a ella.
Imagínense la de ayudas a la gente que realmente lo necesita que se podrían dar con tanto millón de euros. Pero claro, es mejor que la concejalía esté bien comunicada. Además, para justificar el cambio de dirección la señora de Aznar ha dicho que “hay que tener en cuenta que la oposición también se traslada, y los despachos de PSOE e IU se desplazarán a un nuevo edificio de la calle Mayor, que también está muy bien”.
Los que viven en zonas de Madrid, en las zonas que “no están muy bien”, y que son los que suelen necesitar los servicios de la concejalía de doña Ana, suelen vivir a tomar por culo del barrio de Salamanca y están acostumbrados a pasar largos ratos en metro cuando quieren ir a cualquier parte. No creo que les importe demasiado perder un cuarto de hora más el día que tengan que visitar a la alegre concejala. Por lo menos no les importaría si con los millones del traslado se hiciera algo útil para ellos.