erre me recomendaba en los comentarios del post de ayer que sacase más el tema del nacionalismo, que suele levantar pasiones y originar interminables discusiones en los comentarios de este blog. Haciéndole caso voy a hablar del Rey de Murcia, que estando hoy de visita en un cuartel a pocos kilómetros de la mansión familiar de los Limotxo ha felicitado a los militares que le escuchaban por su “lealtad a España, cariño a las Vascongadas, y espíritu de sacrificio“.
No voy a entrar a discutir si los militares son leales, cariñosos y sacrificados. Supongo que habrá de todo. Lo que me choca de la frase es que el suegro de Letizia hable de “Vascongadas“. Qué mal suena esa palabra, que suena a tiempos pretéritos y que ahora sólo usan los nietos de Blas Piñar y sus amistades (de hecho las dos primeras páginas son de la Falange).
En el Artículo 1 del Estatuto de Autonomía del País Vasco se dice bien claro:
“El Pueblo Vasco o Euskal-Herría, como expresión de su nacionalidad, y para acceder a su autogobierno, se constituye en Comunidad Autónoma dentro del Estado Español bajo la denominación de Euskadi o País Vasco, de acuerdo con la Constitución y con el presente Estatuto, que es su norma institucional básica.”
Este Estatuto, que para algunos es tan sagrado como la Constitución, lo ignora y mancilla el Rey de Murcia sin que nadie proteste. ¿Por qué criticar a Otegi o a Arzallus cuando dicen Estado español en vez de España y no a Borbón cuando dice Vascongadas en vez de Euskadi?
Escuchando: Mad Professor - Your Rights/My Rights