A pesar de que a muchos les pese ayer se celebró con gran éxito y sin ningún incidente el concierto de Fermin Muguruza en Rivas. Ojalá hubiera más ayuntamientos de Izquierda Unida por aquí cerca, o al menos más ayuntamientos que lo montasen todo tan bien sin caer en el juego de acusar de proetarra a cualquier vasco que no comulgue con el sistema. Las miles de personas que estuvimos anoche en Rivas no éramos ni proetarras, ni violentos, ni radicales reunidos para reventar una boda.
Los valientes cuyas amenazas hicieron cancelar los dos últimos conciertos de Fermin en Madrid no se atrevieron a pasarse a berrear por allí. Cuando no se sienten arropados se deshinchan.
Y pasando al aspecto lúdico y festivo, los conciertos de Fermin y Desechos fueron, como era de esperar, bestiales. Disfruté como un enano. Aunque bueno, tal vez mi opinión no sea en este caso la más objetiva porque soy un incondicional de Desechos y, sobre todo, de Fermin. De todas formas creo que no fue sólo impresión mía que el polideportivo vibró cuando Fermin y su Kontrabanda cerraron el concierto al ritmo del “Sarri, Sarri”, esa canción que los de siempre quieren que nunca vuelva a sonar.
Le dedico este post a mi querido Juanito, que por culpa del exilio no pudo acompañarnos anoche. Y aprovechando que estoy con los mensajes personales, Fer, tengo el cedé completo de La Potranquita. Ya te lo grabaré, te lo has ganado por acabar peor que yo el viernes.
Escuchando: Eve Massacre - The Power of Rebelution Can’t Fail
ACTUALIZACIÓN: Y otra curiosa iniciativa republicana que tampoco ha salido por televisión.