¿Qué pensarían si alguien les dijera que “Música Sí” es un programa para jóvenes intelectuales? Seguramente se reirían del que afirmase esto. Y harían mal, porque “Música Sí” es un programa con profundos y complejos valores culturales si lo comparamos con otros productos televisivos juveniles.
Por fin los jóvenes tenemos un programa con el que sentirnos identificados, un programa que no nos exige que sobrepasemos un mínimo de cociente intelectual para llegar a comprenderlo, un programa que es capaz de transmitir de forma directa y sencilla los tres valores que todo joven debe tener (estar guapo, estar sontiendo y estar bailando). Y todo esto se lo debemos al gran José Frade, que aparte de acostarse con Norma Duval, es dueño de la mejor cadena de televisión del país, Canal 7, donde echan por las tardes el programa que revolucionará el panorama televisivo juvenil, un programa con un nombre imposible de superar: “Las Chicas Y Los Chicos”.
(pulsando sobre las fotos se ven más grandes)
He visto hoy el programa por primera vez, y sólo he visto la segunda mitad, pero me ha encantado ver que por fin alguien nos comprende a los jóvenes imbéciles. El formato del programa (al menos lo que he podido deducir del rato que he visto) es una sucesión de actuaciones en las que una veintena de chicas y chicos (creo que de ahí viene el nombre) hacen versiones (y playback) de artistas tan dispares como Ana Belén, Los Payasos de la Tele, Radio Futura o Antonio Flores. Mientras uno canta los demás llevan a cabo unas coreografías absurdas en las que las chicas salen siempre en sujetador.
Entre actuación y actuación hay secciones breves pero intensas como una llamada “Graffiti” en la que, como los más astutos habrán conseguido adivinar, sale un tío haciendo un graffiti. En otra sección, “La encuesta”, han recuperado imágenes de archivo de hace unos diez años en las que preguntaban a un grupo de estudiantes en la madrileña Ciudad Universitaria acerca de la legalización de las drogas. Y en la tercera sección que he visto, una de belleza, un grupo de chicos y chicas del programa daban consejos como no beber refrescos con hielo estando sudado o echar dos gotas de lejía por litro de agua para lavar las verduras.
Pero lo que más me ha gustado del programa, por lo que Frade merece un olé, es la jerarquía de los chicos y las chicas. No hay presentador, ni cantantes, ni colaboradores ni bailarines. El que canta en una canción en la siguiente aparece bailando en el ballet, y la que primero baila después da consejos de belleza o presenta la siguiente actuación. Se acabó la lucha de clases, el socialismo bien entendido es el de los programas de José Frade.
Escuchando: Jacques Brel - Madeleine