He visto casi todas las películas de Almodóvar, aunque en el cine sólo he visto una. De todas formas pienso ir a ver su última película, “La Mala Educación“, para apoyar al director y a la libertad de expresión tras los nuevos brotes censores que han surgido entre la derecha española.
Reconozco que Almodóvar no estuvo muy acertado cuando acusó al PP de intentar dar un golpe de estado la víspera del 14-M, que ya es mayor y tiene la experiencia mediática suficiente como para saber distinguir entre un bulo y una noticia. Sin embargo, y tras pedir disculpas públicamente, Almodóvar sigue siendo víctima de una nueva caza de brujas al igual que hace pocos meses lo fueron Julio Médem, Fermin Muguruza, Soziedad Alkoholika o Berri Txarrak. Desde este humilde blog siempre se ha hecho apología de la libertad de expresión y se ha condenado la censura, por lo que no puedo dejar de apoyar desde aquí al director manchego.
En el estreno de su nueva película una panda de energúmenos votantes del PP se congregó a la entrada del cine en el que se celebraba el evento para, haciendo gala de esas palabras que aparecen en negrita en los discursos populares: democracia, paz y libertad, tirar huevos y monedas a los asistentes y gritar lindezas como “vosotros artistas sois los terroristas“, llegando incluso a superar al ya popular lema (y nunca mejor dicho) de “Zapatero al paredón“.
Me cuesta creer que todo esto sea simplemente consecuencia de las últimas declaraciones de Almodóvar. Hace tiempo que se venía diciendo que la película iba a traer cola, que a mucha gente no le iba a hacer mucha gracia que se hablase del clero homosexual y de los abusos a menores en colegios de curas. Esto no ha sido más que la excusa buscada por el sector duro de la Iglesia española para boicotear “La Mala Educación” sin que les acusen de extremistas religiosos.
Yo voy a ir a ver la película al cine y espero que sean muchos los que hagan lo mismo, no sólo para defender la libertad de expresión sino porque si Almodóvar ha llegado donde ha llegado es por algo.
Escuchando: Goran Bregovic - Bubamara